Hace unos años decidimos con mi familia venir a vivir al campo, a Pontons, a Masía Can Pascol; lejos de Barcelona, del ruido y la multitud que implica la ciudad. Con todo el espacio que teníamos disponible muy pronto nos pusimos manos a la obra para hacer un estudio donde poder ensayar y grabar mis composiciones de una manera más relajada, y con el silencio y tranquilidad que me daba vivir en medio de la naturaleza.
Era cuestión de tiempo que acabase ampliando y profesionalizando el estudio para poder compartir con otros músicos que también pudieran gozar de este espacio de calma rodeado de viñedos y bosques, trabajando en un entorno privilegiado.